Blad es Siva, que significa Territorio Insumiso, le llamaban a la ciudad marroquí de Chefchouen. Ésta ciudad bereber y amurallada, vertida históricamente sobre si misma, fue de las más hostiles a los invasores y al catolicismo. Blad es Siva. Tres palabras que me quedaron grabadas para siempre, construyendo un poderoso símbolo de resistencia, junto a toda una pléyade de secretos subterráneos que emergían hasta las enrarecidas cumbres y a esas perspectivas totales y simultaneas que otorga el aislamiento. (fuente / source)
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